Más de quinientos miembros de Conquistadores y Guías Mayores en la Misión Adventista del Atlántico Sur de Nicaragua (MATSUR) participaron del camporí “Más que victoriosos”. El evento se llevó a cabo en Wapí, El Rama, a unos 290 kilómetros de Managua, la capital de Nicaragua.
Jóvenes de diversos clubes provenientes de 18 distritos que conforman la MATSUR viajaron para congregarse con el objetivo de servir y ayudar a otras personas, y para predicar el evangelio en Wapí. Cada año, el camporí coincide con la Semana Santa, algo que ha permitido que los participantes sean una luz en la comunidad que rodea al lugar seleccionado para acampar, dijeron los organizadores.
El evento de Conquistadores, que se llevó a cabo a fines de marzo, incluyó servicios con mensajes inspiradores, investiduras y eventos físicos y de las artes. También incluyó un concierto con canciones originales inspiradas en temas bíblicos y espirituales, muestras de cortometrajes, y concursos. Esos programas han enfatizado el aprendizaje continuo y el trabajo que busca fortalecer la vida espiritual de los participantes, dijeron los líderes de la iglesia regional.
Los miembros de Conquistadores también participaron activamente en movilizaciones comunitarias para apoyar la salud, la obra social y el evangelismo en la comunidad. Los participantes limpiaron las calles, pintaron las aceras, casas, escuelas y campos deportivos, y distribuyeron bolsas de alimentos a familias de bajos ingresos. También brindaron gozo y esperanza a los niños en sus hogares.
“Les agradezco por venir a pintar mi casita”, dijo Francisca Gonzáles, de 81 años, visiblemente emocionada. Y Keyvon Prudo, miembro del Club de Guías Mayores Águilas del distrito Bluefields, añadió: “No podemos ayudar si no salimos; tenemos que salir. Ayudamos a una anciana, y podemos decir que ella quedó feliz. Eso me motiva a trabajar como grupo con mi club”.
Por otra parte, el profesor Francisco Salazar, residente de la comunidad de Wapí, agradeció a los Conquistadores por pintar el salón de clases y el patio de la escuela donde trabaja. Antes de la llegada de los Conquistadores, los salones de clase no estaban en condiciones óptimas para recibir a los estudiantes, para recibir a los estudiantes, y sus padres no pueden apoyar las mejoras necesarias. “Es una gran ayuda”, expresó. “Cuando los niños lleguen y vean su escuela tan hermosa, se sentirán más motivados para venir a estudiar”.
Otros clubes de Conquistadores repartieron bolsas de alimentos a los hogares más necesitados. Clint Tinkam, miembro del Club Serafines de la iglesia adventista de Haulover, enfatizó que, “cuando Jesús estuvo en esta tierra, ayudó a otros”. Y añadió: “Como cristianos, tratamos de seguir en sus pisadas. Aun si es solo un poco, queremos ayudar. Siento que es bueno salir, y me gustaría seguir haciendo actividades como esta. Me llena el corazón ver a la gente feliz”.
Elsa Martinez, miembro de la iglesia en Wapí, destacó la llegada de jóvenes a su comunidad. “La gente está admirada; quiere saber más de quiénes somos”, expresó. “Los jóvenes pintaron el campo de la escuela local y distribuyeron alimentos, y los residentes los están viendo en acción”.
El sábado por la tarde, los Conquistadores y los Guías Mayores repartieron seiscientos ejemplares de los libros misioneros Esperanza para las familias de hoy y El poder de la esperanza, escritos por Willie y Elaine Oliver, Julian Melgosa, y Michelson Borges. Oraron con cada persona, animaron a los desanimados, y brindaron gozo y esperanza en los hogares.
Aun a su corta edad, Erick Pondler, de 11 años e integrante del Club de Serafines de la Iglesia Adventista Laguna de la Perla, salió con entusiasmo a distribuir libros misioneros. “Las personas podrán saber más de Jesús; yo amo tanto a Jesús”, expresó.
El día concluyó con una ceremonia bautismal, donde se bautizó a más de cincuenta personas en el río El Rama. Hasta el momento, solo hay una pequeña congregación de ocho miembros en Wapí, pero los líderes de la iglesia esperan con el tiempo tener una iglesia más grande y construir un templo allí, informaron.
“Este gran impacto ayudará a fortalecer la Iglesia Adventista en este lugar”, dijo el pastor Humberto Cardoza, presidente de la Misión del Atlántico Sur. “Ha dejado una imagen memorable de la iglesia en la comunidad, y creemos que eso dará mucho fruto para honra y gloria de Dios”.
Los residentes de Wapí demostraron su gratitud e interés en saber más sobre la iglesia, no solo gracias a los actos de servicio llevados a cabo para beneficiarlos, sino también como resultado de las actividades espirituales que se llevaron a cabo. “Muchas familias se acercaron al campamento para presenciar las actividades que se estaban llevando a cabo en el evento”, dijo Misael Munguía, director del Ministerio Joven de la MATSUR. “Una madre llegó con sus hijos a presenciar el concurso de marchas, y me dijo cuánto le gustaría que sus hijos sean parte de nuestros clubes”, contó. “Fue realmente bueno escuchar eso”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.