South Pacific Division

Campaña evangelística en Honiara atrae a miles de personas y pone en marcha una iniciativa de servicio comunitario

Más de 900 personas entregaron su corazón a Cristo mediante el bautismo.

Algunos de los constructores voluntarios.

Algunos de los constructores voluntarios.

[Foto: Adventist Record]

En julio se celebró en Honiara (Islas Salomón) una campaña de evangelización con un componente de servicio comunitario.

Dirigida por Gary Webster, director del Instituto de Evangelización Pública, la campaña, de tres semanas de duración, atrajo a unos 7.000 asistentes durante la semana y a 10.000 los fines de semana. Otras 50.000 personas asistieron a distancia a los servicios del fin de semana por internet. Como resultado de la campaña, al menos 944 personas fueron bautizadas, y el recuento final aún está por confirmar.

Durante la campaña también se organizó una escuela de campo en la que se impartió capacitación a unos 60 pastores y evangelistas. “Parte de su trabajo consistía en ir de visita por las tardes, dar clases por las mañanas y por las noches [asistir] a la campaña”, dijo Webster.

“Esta es la tercera escuela de campo que han tenido en el último año. Todas ellas han dado muy buenos resultados”, añadió.

Durante los últimos nueve días de la campaña, miembros de las asociaciones del Gran Sídney y del Norte de Nueva Gales del Sur se unieron a la iniciativa fly’n’build y dirigieron actividades de la Escuela Bíblica de Vacaciones (VBS) para los niños.

Los voluntarios trabajaron en dos casas del personal del Colegio Adventista de Betikama: revistieron las paredes exteriores, demolieron dos cuartos de baño, pintaron todo el exterior, instalaron cuatro puertas nuevas, añadieron mosquiteras a las ventanas y retiraron los marcos podridos.

El programa de EBV, de cinco días de duración, atendió a 240 niños e incluyó capacitación para que las mujeres locales pudieran organizar programas similares en sus iglesias. Los voluntarios también ayudaron a hacer más de 2.400 manualidades para niños y a cantar canciones durante el programa del sábado por la tarde.

“El programa para niños fue excelente porque se trataba de un programa de capacitación, que enseñaba a los salomonenses a organizar la EBV”, explicó Webster.

Y concluyó: “Muchas señoras de las Islas Salomón y algunos jóvenes participaron ayudando, así que aprendieron qué hacer”.

El artículo original se publicó en el sitio de noticias de la División del Pacífico Sur, Adventist Record.

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