La ciudad de Bafoussam, capital de la Región Occidental de Camerún, fue el punto focal para las mujeres adventistas en el tercer congreso del Ministerio de la Mujer Adventista de Camerún, celebrado del 4 al 9 de julio de 2023. Bajo el lema “Revestida del poder de lo alto, alcanzaré a los que me rodean”, este evento reunió a cerca de 1.200 mujeres de todos los campos misioneros del país.

El lunes 3 de julio se reservó para acoger e instalar a las participantes en el congreso. Se alojaron en los dormitorios de la Escuela Técnica Superior de Bafoussam y en los hoteles de la ciudad. La ceremonia de apertura en la Place des Fêtes de Bafoussam, rica en sonido y color, estuvo presidida por Ngono Etene, en representación del gobernador, quien no pudo asistir.

La ceremonia se dividió en tres partes: discursos, desfile de las delegaciones participantes y servicio comunitario. Durante los discursos, el pastor Etienne Kamga, presidente de la Asociación Camerunense Occidental, dio la bienvenida a los delegados e invitados y les deseó una agradable estancia en la ciudad de Bafoussam. Expresó su alegría por el renacimiento de este evento tras un paréntesis debido al COVID-19.

Christine Bitti, directora del Ministerio de la Mujer de la Unión Camerunense, destacó el lema del congreso, en particular, la importancia del Espíritu Santo en la realización de la misión. En su discurso, Valere Guillaume Minyono Assembe, presidente de la Unión, expresó su gratitud a las autoridades administrativas por su apoyo en la organización de este evento. Dio la bienvenida a las directoras del Ministerio de la Mujer de la Asociación General (AG) y de la División Africana Centro-Occidental (DAO).

El pastor Assembe ilustró y explicó el lema del congreso con una cita del libro El evangelismo, de Elena de White: “[Las mujeres] pueden ocupar sus lugares en la obra del Señor en esta crisis, y él puede obrar por su medio. Si están imbuidas del sentido de su deber, y trabajan bajo la influencia del Espíritu Santo, tendrán justamente el dominio propio que se necesita para este tiempo” (p. 340).

Heather-Dawn Small, directora del Ministerio de la Mujer de la AG, habló de la necesidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación para proclamar el Evangelio; pero más allá de predicar de boca en boca, los participantes deben pensar en satisfacer las necesidades de quienes viven en sus comunidades. También habló de la misión del Ministerio de la Mujer dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Etene se disculpó en nombre del gobernador de la Región Oeste de Camerún por no poder estar presente. Consideró un honor que su localidad fuera elegida para acoger este congreso. Invitó a los delegados a participar honorable y eficazmente en los trabajos de esta reunión y, a continuación, declaró abiertos el congreso. A esta fase de discursos siguió un desfile de las distintas delegaciones.

Las actividades comunitarias del día incluyeron la entrega gratuita de alimentos y ropa para las personas desplazadas por la crisis de seguridad en las regiones noroeste y suroeste de Camerún. Más de 250 de ellos recibieron esta ayuda.

Al mismo tiempo, otro equipo visitó a pacientes del Hospital Regional de Bafoussam; la visita tuvo momentos de oración y además se distribuyeron kits de higiene y agua. La distribución de publicaciones cristianas por parte de los participantes al congreso, el jueves 6 de julio, permitió a las mujeres compartir folletos, revistas adventistas y demás publicaciones, en las calles y servicios de la ciudad.

Entre las conferencias, estuvieron “Vivir con un corazón como el de Jesús”, por Small; “Mujer cristiana y liderazgo femenino en una sociedad prejuicios”, por Moampea Véronique; “La alta sociedad y la mujer virtuosa: mito o realidad”, por la Dra. Marie Cécile; y “Vida cristiana e influencia mundial”, por la Dra. Donfack Edwige.

La profesora Annie Wakata conquistó a los delegados con su charla titulada “Educación y formación de calidad para la joven”. La ponencia de Emilie Kabiwa acerca de la salud recordó a los asistentes la relación entre el bienestar físico y el espiritual, bajo el lema “Revestida del poder de lo alto, cuidaré del templo del Espíritu Santo”.

Se celebraron talleres acerca del santuario, la asesoría y la gestión del tiempo. Durante el congreso, se dedicó un lugar especial a la oración. El pastor Assembe, acompañado de otros pastores, ejerció de mentor de las mujeres.

Los informes de las actividades en cada campo, presentados por las directoras, constituyeron momentos de curiosidad y celebración. Las mujeres de la Conferencia Adamaoua-Mayo Rey se distinguieron por establecer una parcela de 20 hectáreas de cacahuete (maní) y 15 de soja. Este logro atrajo la atención de la Dra. Omobonike Sessouthe, directora del Ministerio de la Mujer de la DAO, quien prometió financiación.

La tarde del viernes 7 de julio se reservó para la ceremonia de graduación de las mujeres que habían completado los cuatro niveles de formación en liderazgo. La Dra. Sessou presentó a las candidatas a la graduación que Small había aceptado. Small también presentó el puesto a las 244 candidatas que respondieron positivamente.

El orador principal de la ceremonia fue la profesora Wakata, licenciada en física y directora de la École Normale Supérieure de Yaundé. Al dirigirse a los 244 galardonados del día, les pidió que comprendieran que un diploma no es un fin en sí mismo. Deben hacer buen uso de lo que han aprendido a lo largo de su formación.

En su sermón de clausura del sábado 8 de julio, Small se refirió a la misión evangelizadora de la Iglesia. Todos los participantes son hijos de Dios y deben compartir su Palabra. Dios llama a todos a ir y da poder a los que responden. El congreso concluyó con la entrega de premios y agradecimientos a quienes habían contribuido al buen desarrollo de las actividades del congreso.

Esta noticia fue facilitada por la División Africana Centro-Occidental.