Adventist Review

Bautismos y compromisos coronan actividades de evangelismo en la iglesia adventista más grande de Cuba

El secretario de la Asociación General Erton Köhler hace un llamado a miembros y visitas para que se entreguen plenamente a Dios.

Un grupo de parientes y amigos presencia uno de los bautismos que coronó diez días de reuniones de evangelización en la iglesia adventista de La Víbora en La Habana, Cuba, el pasado 3 de agosto. El secretario de la Asociación General Erton Köhler fue el orador de la campaña.

Un grupo de parientes y amigos presencia uno de los bautismos que coronó diez días de reuniones de evangelización en la iglesia adventista de La Víbora en La Habana, Cuba, el pasado 3 de agosto. El secretario de la Asociación General Erton Köhler fue el orador de la campaña.

[Foto: Marcos Paseggi, Adventist Review]

Fue un fin de semana de celebraciones y renovación espiritual para los miembros y líderes de la iglesia adventista de La Víbora, en La Habana, Cuba, del 2 al 3 de agosto. Los eventos del fin de semana coronaron diez días de reuniones de evangelización, que atrajeron a miembros de iglesia y sus vecinos y amigos.

El orador de la campaña fue el secretario de la Asociación General Erton Köhler, quien estuvo al frente de un grupo de la Secretaría de la Asociación General proveniente de Silver Spring, Maryland, Estados Unidos. Durante el día, el equipo ayudó a raspar y pintar una iglesia adventista en La Habana, y se reunió con líderes regionales para fortalecer la colaboración y el trabajo conjunto. Por las noches, varios oradores, entre ellos Köhler, fueron distribuidos en la ciudad para hablar ante cientos de personas anisosas por saber más de Dios y su mensaje, según se revela en la Biblia.

“Jesús tiene urgencia por regresar y por salvar”, les dijo Köhler a los miembros, líderes y visitas el 2 de agosto. “Es lo que debería motivarnos a comprometernos hoy con Dios, y no dejarlo para mañana”.

El viernes 2 de agosto, dos miembros del equipo de la Secretaría de la Asociación General contaron cómo vieron que Dios obró en su vida de manera especial. Manuela Coppock, coordinadora de reuniones de la Secretaría de la Asociación General, compartió cómo, cuando era azafata, Dios la protegió de abordar uno de los vuelos que se estrellaron contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Reiko Davis, quien presta servicios en la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Asociación General, contó cómo Dios usó a otras personas para obrar milagros en su vida cuando repentinamente quedó como madre sola con dos niños pequeños hace muchos años. “Dios está activo, y él está dispuesto a obrar en nuestra vida si se lo permitimos”, fue el mensaje que compartieron.

Vivir con ansiedad y urgencia

Köhler recordó a su audiencia que la ansiedad es el mal omnipresente de nuestro siglo. “Realmente no sabemos qué puede pasar mañana”, dijo. “Vivimos en un estado constante de ansiedad, con un sentido continuo de urgencia”.

Cuando estudiamos el libro del Apocalipsis en la Biblia, dijo Köhler, leemos que nuestro enemigo también tiene urgencia por destruir. “Pero cuanto más se apresura a destruirnos, más listo está Jesús para salvarnos y regresar para llevarnos a casa”, dijo. “La determinación de nuestro enemigo de destruirnos debería disparar en nosotros la urgencia de compartir el mensaje de Dios y rendir nuestra vida plenamente a Cristo”, expresó.

Vidas transformadas

Las actividades del sábado coronaron una serie de reuniones de evangelización e iniciativas de servicio en varias iglesias de La Habana. Los miembros de iglesia de muchas de las 44 congregaciones adventistas de La Habana se reunieron en la iglesia adventista de La Víbora, que es la mayor iglesia protestante de la isla. Al igual que en muchas otras congregaciones de Cuba, La Víbora sufrió un éxodo de miembros, en especial después de la pandemia del COVID-19. Muchas familias, entre ellas de pastores adventistas, vendieron sus posesiones y emigraron. Ahora la iglesia está reconstruyendo su feligresía gracias a nuevos miembros de la comunidad.

Los asistentes a los cultos sabáticos también fueron testigos del bautismo de varias personas que habían estado estudiando la Biblia. Köhler invitó a familiares y amigos a dar la bienvenida a los nuevos miembros. También hizo un llamado a los adventistas, tanto antiguos como nuevos, para que abracen el mensaje divino de advertencia y salvación para este tiempo, en “los últimos días de la historia de esta tierra”. “Acepten estos mensajes”, les rogó. “Y entonces compartan estos mensajes con otros”.

Una familia mundial

Köhler dijo que la visita de su equipo a Cuba fue altamente positiva, y que todos se sintieron inspirados por la fidelidad de los miembros locales a pesar de las tremendas necesidades y grandes desafíos que enfrentan.

“Los miembros de Cuba entienden muy bien la noción de ser parte de una familia mundial”, dijo Köhler. Contó de qué manera los miembros de iglesia de las 485 congregaciones adventistas de la isla recaudan fielmente sus diezmos y ofrendas para apoyar a la iglesia mundial. “Ellos son conscientes de toda la ayuda que están recibiendo de sus hermanos de todo el mundo, y están dispuestos a devolver un poco de lo que tienen para mostrar que también están comprometidos con la misión adventista más allá de sus fronteras”, dijo Köhler. “Realmente creo que esto es lo que significa ser una familia mundial”.

El artículo original se publicó en el sitio web de la Adventist Review.

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