La Fundación Benéfica de la Central de Coordinación de Voluntarios, junto con representantes de la Iglesia Adventista, entregó 42 toneladas de agua a Kherson, Ucrania, y a la región. Parte del agua se distribuyó a los residentes de Kherson en el centro de la ciudad, mientras que el resto fue recibido por hospitales locales, representantes del Servicio Estatal de Emergencias y voluntarios. Además, los residentes de Chornobaivka, Vysoke y Burgunka recibieron agua potable. Otras dos toneladas de agua se entregaron en Afanasievka y Snigurivka, en Mykolaiv.
El equipo de voluntarios estuvo formado por cuatro personas: Vasily Chabanov, Sergey Pigur, y Vladislav y Artur Kucheryavenko. Antes de la tragedia de la central hidroeléctrica de Kajovka, llevaban más de un año suministrando agua potable a los habitantes de Mykolaiv.
“La reacción es diferente, como siempre. Desde sincera gratitud y lágrimas de alegría hasta ‘por fin, alguien ha dado algo’ de gente de mentalidad soviética, cuando todo el mundo les debe”, dice el pastor Vladislav Kucheryavenko. “El agua está retrocediendo poco a poco, pero están surgiendo problemas adicionales, especialmente en los pueblos donde muchas casas están construidas con adobe. El agua retrocede y las casas se destruyen. La gente se ha quedado completamente sin propiedades y sin techo. No todos los jefes de las comunidades se preocupan por los problemas de la población; la mayoría son activistas con los que hemos cooperado antes y que buscan ayuda”.
Actualmente, el equipo tiene previsto seguir repartiendo agua potable a las comunidades afectadas de Mykolaiv. Los adventistas también están recogiendo ayuda para las víctimas.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias en ucraniano de la Unión Ucraniana.