Northern Asia-Pacific Division

Adventistas de Mongolia celebran el sábado del Ministerio Adventista de las Posibilidades

El evento, cuyo lema fue “Compartir el amor”, movilizó al Ministerio Adventista de las Posibilidades y al Servicio Voluntario de la Misión de Mongolia para llegar a los niños con necesidades especiales.

Mongolia

[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]

[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]

El Ministerio Adventista de las Posibilidades (MAP) afirma que todos somos dotados, necesitados y atesorados; las personas van donde son bienvenidas, pero permanecen donde son valoradas; el valor es inherente mediante la creación divina, y no está determinado por lo que una persona puede o no puede hacer; cada persona es única y tiene un propósito dado por Dios. Incluido en ese propósito está el llamado a enriquecer la vida de otros, que fluye de un sentido de gratitud por lo que ellos mismos han recibido.

Cada año, el MAP celebra un sábado especial con el propósito de generar conciencia y llegar a las familias con discapacidades. Por segundo año, el sermón para este sábado especial ha sido traducido, distribuido y predicado por pastores y líderes en sus congregaciones por toda Mongolia. “Compartir el amor” fue el lema que movilizó al Ministerio Adventista de las Posibilidades y al Servicio Voluntario de la Misión de Mongolia para llegar a los niños con necesidades especiales. Un total de 30 familias participaron en el programa. Es una bendición informar que 11 de las 30 familias son adventistas, con 19 familias de otros orígenes.

[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]
[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]

Las edades de los niños oscilaron entre los 2 y los 15 años. Los organizadores se pusieron en contacto con cada familia, preguntándoles qué les gustaría recibir como suministros o regalos para sus hijos. Recibieron respuestas positivas, y los niños recibieron juguetes y útiles.

El servicio “Compartir el amor” se celebró en la iglesia Emmanuel para residentes de Ulán Bator, elegida por ser accesible en silla de ruedas. Durante el programa, se distribuyeron a la comunidad folletos del MAP y el libro The Final Hope [La esperanza final], de Clifford Goldstein.

[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]
[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]

Las familias y los niños apreciaron los regalos que recibieron, y todos los niños se llevaron a casa la manualidad de un corazón que hicieron con sus padres. Durante el programa, los padres recibieron un masaje relajante a cargo del quiropráctico de la Asociación Nacional de Ciegos. Los padres que recibieron los masajes quedaron contentos y agradecidos. “En su rutina diaria, los padres dan masajes a sus hijos, pero no a sí mismos”, dijo uno de los organizadores.

“Hoy ha sido un día lleno de alegría, risas y lágrimas en el que mis preciosos hijos han disfrutado de uno de los días más extraordinarios del año. Gracias por la amabilidad y el amor que nos han dado. Gracias al equipo que proporcionó vitaminas, pañales, servilletas, juguetes, medicamentos especiales y material escolar para todos los niños con necesidades especiales. Gracias también por los mejores masajes de los quiroprácticos ciegos. Gracias por la buena comida, la música, el discurso profundo, las fotos llenas de recuerdos y el maravilloso día en el que conocimos a gente agradable a la que hacía mucho tiempo que no veíamos”, dijo una de las madres que participaron en el programa.

[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]
[Foto: Ministerio Adventista de las Posibilidades de la MM]

Un agradecimiento especial a la sede del MAP de la División Norasiática del Pacífico, a la familia Andrew Chia por su apoyo financiero y sus donaciones, y a la Iglesia Emmanuel por abrir sus puertas a los niños y a sus familiares. El MAP agradece poder acoger este programa dos veces al año para estos niños gracias a la generosidad de muchas personas.

Es importante mantener a estos niños con necesidades especiales en sus oraciones diarias. Oren para que escuchen la voz de Dios y acepten a Jesús como su Salvador, y que un día reciban el regalo de cuerpos nuevos y sanos. A Dios sea la gloria por tocar la vida de los niños con necesidades especiales.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de la Misión de Mongolia.

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