La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) está sobre el terreno en México respondiendo a la devastación causada por el huracán Otis, que golpeó el 25 de octubre de 2023. Otis, un huracán de categoría 5 con vientos sostenidos de 266 kilómetros por hora, tocó tierra cerca de Acapulco, en la costa sur del Pacífico mexicano. Los informes del Centro Nacional de Huracanes indican que la tormenta se fortaleció rápidamente mar adentro y se convirtió en el huracán más feroz del Pacífico Oriental que jamás haya tocado tierra en Estados Unidos. Según los organismos de las Naciones Unidas, más de un millón de personas, entre ellas 300.000 niños, necesitan ayuda humanitaria. En el estado de Guerrero, la catastrófica tormenta dejó 100 muertos o desaparecidos, dañó al menos 120 clínicas y hospitales y destruyó más de 270.000 casas y más de 400 hoteles en la zona turística de Acapulco.

ADRA se movilizó rápidamente a las pocas horas de la crisis para ayudar a más de 3.000 personas. La agencia mundial suministró servicios gratuitos de Internet por satélite y ayuda monetaria inmediata a las familias afectadas que vivían en la extrema pobreza.

“Esta tragedia ha destrozado las vidas de algunos de los barrios más desfavorecidos del Estado de Guerrero. Los equipos de respuesta a emergencias y los voluntarios de ADRA han estado trabajando sin descanso día y noche para entregar asistencia crítica. Los cortes de electricidad y las interrupciones del servicio telefónico afectaron a una parte importante de la población. Desde nuestra llegada, nuestro servicio de Internet por satélite ha traído tranquilidad a cientos de familias que habían perdido todo contacto con sus seres queridos”, dice Rubén Ponce, director de ADRA en México.

Según Elián Giaccarini, coordinador de respuesta a emergencias de ADRA para la División Interamericana (DIA) de los Adventistas del Séptimo Día, “la entrega de asistencia económica de emergencia distribuida por ADRA México otorga mayor flexibilidad y poder de decisión a las familias afectadas, apoya a los negocios locales, y sienta las bases para la recuperación y resiliencia de las comunidades”.

ADRA está ampliando sus esfuerzos humanitarios para proporcionar amplios servicios médicos especializados, principalmente a niños y mujeres vulnerables, por medio de clínicas móviles desplegadas en Acapulco en conjunto con UNICEF.

“En Acapulco, más de 100 hospitales y clínicas comunitarias han reportado daños. Necesitábamos redoblar nuestros esfuerzos para apoyar la recuperación del sistema sanitario local”, añade Ponce.

Los esfuerzos de ADRA para aliviar el desastre en México son posibles gracias al generoso apoyo de donantes y socios de confianza.

“El desafío humanitario que tenemos ante nosotros no tiene precedentes. Como resultado, estamos comprometidos a aumentar nuestros esfuerzos para ayudar a las familias más vulnerables durante el tiempo que sea necesario. Por ello, confiamos más que nunca en el amable apoyo de nuestros donantes y socios para seguir salvando vidas”, afirma David Poloche, director regional de ADRA en la DIA.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de ADRA.