Esta semana, el pastor Ted Wilson analiza el primer capítulo de El conflicto de los siglos de Elena G. de White, titulado "La destrucción de Jerusalén".
Aquí, encontramos a Jesús en el Monte de los Olivos, contemplando a Jerusalén y su templo, llorando mientras dice: “¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Lucas 19:42-44).
Sabiendo que los muros de Jerusalén eran altos y fortificados, ¿cómo podría ser posible esta destrucción? Cuarenta años después de aquella instancia, se cumplió la profecía, pero sorprendentemente, ningún cristiano murió en la destrucción.
Nosotros tampoco tenemos que temer. Jesús "nos dio señales de la proximidad de esta para que todos los que quieran puedan huir de la ira que vendrá” (CS 36.1).
¿Crees que el final está cerca? ¿Ves las señales de la segunda venida de Jesús? ¿Estás listo para ello? “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados." (2 Crónicas 20:20).
Para obtener más información sobre la destrucción de Jerusalén, lee y descarga el libro, El Conflicto de los Siglos, de Elena G. de White, en https://greatcontroversyproject.org.