La ciudad de Nuevo Hamburgo, en Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, se vio gravemente afectada por las inundaciones de abril y mayo de este año, que dejaron a muchas familias en una situación desesperada. Entre ellas, la de Gabriele dos Santos, que vio cómo su única fuente de ingresos, una pequeña tienda de aperitivos, quedaba anegada por las aguas. Además, se enfrentaba al desafío añadido de cuidar de su hijo, quien tiene autismo y cuyas frecuentes necesidades sanitarias dificultaban el trabajo por contrato.
La situación empeoró cuando el niño, debido a su selectividad alimentaria y al trauma causado por la inundación, empezó a perder peso de forma significativa. La familia se enfrentaba a crecientes dificultades para mantener una nutrición adecuada, desafío intensificado por la pérdida de su fuente de ingresos.
El proyecto de ADRA
En medio de estas dificultades, Santos encontró una nueva esperanza cuando se ofreció como voluntaria para trabajar con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, ADRA. Conocida por su labor humanitaria en más de 110 países, ADRA ofreció un apoyo crucial a las familias afectadas por las inundaciones. Santos se implicó ayudando a identificar las necesidades de las familias vulnerables. También se convirtió en una de las beneficiarias del programa de ayuda.
La agencia humanitaria lleva a cabo un registro detallado de las familias, dando prioridad a los ancianos, las personas con discapacidad y las mujeres embarazadas o lactantes. Este minucioso proceso permite dirigir la ayuda de forma eficaz e inclusiva.
Para Santos, la ayuda de ADRA llegó en un momento crucial: “No puedo expresar lo agradecido que estoy porque ya estaba desanimado. Esa ayuda llegó en el momento perfecto. Fue una bendición porque también recibí una canasta básica; lo único que faltaba era la mezcla de alimentos para dentro de la casa; me alcanzó para comprar lo que necesitábamos para mantenernos cómodos; incluso todavía tenemos algunas cosas en el freezer”.
Paloma Bourscheid, trabajadora de ADRA en Rio Grande do Sul, comparte información de cómo se recibe a la gente durante las búsquedas: “Algunos se sorprenden al descubrir la seriedad del trabajo de ADRA y se sienten aliviados al recibir ayuda, independientemente del valor específico. Muchas de estas personas ya se han beneficiado anteriormente y ayudan a tranquilizar a los que aún tienen dudas. Otros, por desgracia, rechazan la ayuda por miedo a ser engañados, pero confío en que, con el continuo crecimiento de nuestro trabajo, ADRA llegará a más gente con justicia, compasión y amor”.
Livia Palma, coordinadora del proyecto, informa de que en solamente un fin de semana se entregaron unas 1.174 tarjetas de ayuda por valor de casi 100 dólares estadounidenses (540 reales). Contando la ayuda durante varias semanas, se repartieron aproximadamente 5.000 en todo el estado, cubriendo varias ciudades afectadas como Porto Alegre, Eldorado, Parque Eldorado, Arroio dos Ratos, General Cámara, Sao Jerónimo y Charqueadas.
El artículo original se publicó en el sitio web en español de la División Sudamericana.