Adventist Review

Una inauguración memorable pone de relieve el papel redentor de la educación adventista

La Escuela Adventista y Centro de Rescate de Kajiado está transformando vidas jóvenes en Kenia.

Foto tomada desde un dron: Aparece un grupo de alumnos de la Escuela Adventista y Centro de Rescate de Kajiado, líderes de la iglesia, invitados y donantes el día de la inauguración en Kajiado, Kenia, el 11 de julio.

Foto tomada desde un dron: Aparece un grupo de alumnos de la Escuela Adventista y Centro de Rescate de Kajiado, líderes de la iglesia, invitados y donantes el día de la inauguración en Kajiado, Kenia, el 11 de julio.

[Foto: Maranatha Volunteers International]

Un día nublado no pudo ensombrecer las amplias sonrisas de los líderes regionales de la iglesia, los invitados especiales, los donantes, el personal y los estudiantes de la Escuela Adventista y Centro de Rescate de Kajiado cuando se reunieron en el campus completamente renovado para la ceremonia oficial de inauguración en Kajiado, Kenia, el 11 de julio de 2024.

La ceremonia incluyó el descubrimiento de una placa, una bienvenida tradicional maasai, palabras de los líderes, cantos y oraciones, y la entrega oficial de las llaves de la institución a la administración regional de la iglesia.

La ceremonia del 11 de julio coronó seis años de duro trabajo desde que el ministerio adventista independiente de apoyo Maranatha Volunteers International llegó a Kajiado con el objetivo de renovar la institución. Desde 2000, la escuela había sido un faro para las niñas masai de la zona que huían de un matrimonio precoz y de la mutilación genital femenina (MGF). Aunque la MGF es ilegal en Kenia, se sigue practicando sobre todo en aldeas aisladas de las tierras altas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por erradicarla.

Con la ayuda de la policía, algunas niñas han conseguido llegar a la escuela adventista, donde encuentran comida, cobijo y una educación adventista integral. Otras han escapado solas para llegar, a menudo desmayadas, a la puerta principal de Kajiado.

Un giro providencial

Cuando Maranatha llegó por primera vez a Kajiado en 2018, el futuro de la escuela estaba en peligro. El hacinamiento, la falta de recursos, las infraestructuras en mal estado y el suministro insuficiente de agua amenazaban su supervivencia. Pero mediante un plan constante que combinó el apoyo de donantes privados y voluntarios, un equipo local y el compromiso de los líderes de la iglesia regional, la escuela experimentó un giro que ayudó a posicionarla en toda la región como el lugar donde estar para obtener una educación sólida y un futuro.

Parte de este cambio dependía de la posibilidad de encontrar un suministro de agua más abundante para apoyar los proyectos de ampliación de la escuela. En aquella época, según los responsables de Maranatha, “venía un camión y llenaba unos depósitos de agua en los terrenos. Pero los gastos de agua se comían el 40 % del presupuesto de la escuela”.

Las encuestas indicaban que, en el mejor de los casos, excavar un nuevo pozo podría producir hasta 500 litros (132 galones) por hora, una cantidad muy inferior a lo que Kajiado necesitaba. Maranatha decidió seguir adelante con fe. Las niñas de Kajiado pasaron dos meses orando específicamente para que Dios les diera el agua que la escuela necesitaba.

Sus oraciones fueron respondidas de forma más abundante de lo que habían imaginado. Actualmente, el pozo de la escuela produce miles de litros por hora, cubriendo las necesidades de la escuela, de la iglesia adventista local y de los miembros de la comunidad, que pueden llenar sus bidones gratuitamente. La escuela también cuenta con un sistema de filtración y purificación de agua de última generación, que garantiza que la escuela disponga de agua potable pura.

“En un lugar donde se suponía que no había agua, ahora hay en abundancia”, dijo el vicepresidente ejecutivo de Maranatha, Kenneth Weiss. “Una y otra vez, cuando nos enfrentábamos a un desafío aparentemente insuperable, Dios nos ha ayudado. La vez que nos enfrentamos al desafío del agua no fue una excepción”.

La abundancia de agua no solamente permitió a los dirigentes de Maranatha seguir adelante y vislumbrar sueños más grandes para la escuela, sino que también ayudó al personal local a poner en marcha dos huertos para apoyar la dieta de los alumnos. También ayudó a Maranatha a transformar el campus de Kajiado de un lugar desnudo y lleno de polvo a un jardín multicolor con césped, arbustos y flores. El 11 de julio, los líderes de la iglesia que habían visitado el campus en el pasado dijeron que no podían creer lo que veían sus ojos. “No reconozco el lugar”, comentó uno de ellos. “¡Parece una escuela completamente nueva!”.

Un centro misionero

Durante la ceremonia, los líderes de la iglesia hicieron hincapié en el potencial misionero de la nueva escuela. “Esta [escuela] no es decorativa”, dijo a los presentes Blasious Ruguri, presidente de la División Africana Centro-Oriental de la Iglesia Adventista. “Esto es un centro misionero”. Y añadió: “Queremos que estos adolescentes y esta escuela se conviertan en una bendición”. El objetivo, enfatizó Ruguri, es que cuando los estudiantes salgan de Kajiado, puedan ser esparcidos por todo el continente para compartir el mensaje de Jesús y su salvación.

Al mismo tiempo, Ruguri reflexionó sobre los comienzos del ministerio de Jesús, que tuvieron lugar “no en el mercado y las ciudades”, sino “en el desierto, en un lugar no muy distinto de cómo era este lugar la primera vez que llegó Maranatha”, dijo. “Pero la presencia de Jesús tiene poder de transformación”, dijo Ruguri. “¿Quién podía imaginar que este lugar tendría ahora este aspecto?”.

Como parte de la inauguración, el presidente de Maranatha, Don Noble, entregó las llaves de la escuela de Kajiado a la administración del Campo Kajiado del Sur de Nairobi, representada por el presidente Kenneth Onchana. Un equipo de transición ha estado trabajando con el consejo escolar y otros líderes de la iglesia para garantizar la viabilidad a largo plazo del proyecto una vez que Maranatha deje la escuela.

Celebrando la vida

Anu Kedas, directora de Maranatha en Kenia, también dio las gracias a los líderes, al personal de Maranatha y a los voluntarios. Al mismo tiempo, destacó cómo el campus ha cambiado para mejor, señalando el papel que seguirá desempeñando en la vida de los alumnos. “Dedicamos este campus a Dios [...] y a los alumnos que estudiarán en estas aulas, disfrutarán de estos edificios y saldrán por esas puertas siendo alguien en la vida y celebrando la vida”, dijo Kedas.

Los líderes de Maranatha han compartido cómo los estudiantes que ya se han graduado en Kajiado han aprendido oficios y les va bien en la vida. Al menos siete de esos graduados ya están cursando estudios universitarios, informaron. “Estos estudiantes han encontrado aquí una esperanza y un futuro”, dijeron. “Han encontrado a Dios y han encontrado una familia”.

Quizá por ello, la placa descubierta el 11 de julio incluía un versículo bíblico que los líderes de Maranatha eligieron para la ocasión. Eligieron 2 Corintios 6:18. Durante la ceremonia, Noble leyó el versículo en voz alta. “Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”, leyó.

Maranatha Volunteers International es un ministerio de apoyo independiente y no está dirigido por la Iglesia Adventista del Séptimo Día corporativa.

El artículo original se publicó en el sitio web de la Adventist Review.

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