Un grupo de voluntarios adventistas de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) recibió un certificado de agradecimiento y reconocimiento por su participación en una iniciativa de distribución de alimentos durante el mes islámico del Ramadán. El certificado de agradecimiento, emitido el 21 de mayo de 2024, elogiaba a Nievelyn Sison, líder del grupo, por su excepcional dedicación a la iniciativa “Ramadán Aman 10”, que consistió en distribuir comidas para romper el ayuno.
El ayuno de Ramadán (Sawm), uno de los cinco pilares de la fe islámica, es cuando los musulmanes de todo el mundo observan la oración (Salah), la reflexión y la comunidad. Creen que, durante este mes, se reveló el Corán, que proporcionó a los musulmanes la guía divina y la salvación. Durante todo el mes, ayunan desde el amanecer hasta la puesta del sol, absteniéndose de comer, beber y de comportamientos negativos. Al final de cada día, rompen el ayuno con dátiles y agua, seguidos de la oración de la tarde y la comida del Iftar.
Un grupo de adventistas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Dubái Visayan había estado orando en busca de oportunidades para comprometerse con su comunidad. María, miembro de la iglesia, sugirió que se ofrecieran voluntarios para distribuir las comidas del Iftar durante el Ramadán. El grupo aceptó la idea y varios miembros se inscribieron en línea para ofrecerse como voluntarios.
Al principio solamente participaban unos pocos, pero su entusiasmo y las experiencias compartidas animaron a más miembros a unirse. Pronto, otros grupos adventistas de Ras Al Khaimah y Fujairah también participaron.
“La tarea se dividió en dos partes [...] Los voluntarios primero llenaban las cajas de Iftar y luego las distribuían en los principales cruces de carreteras por la noche, para asegurarse de que todo el mundo tuviera un Iftar adecuado”, dijo Sison.
El grupo se ofreció como voluntario en el marco de la iniciativa “Ramadán Aman 10”, dirigida por el equipo de voluntarios Ataa Hamdan y patrocinada por el príncipe heredero de Dubái, el jeque Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum. Se comprometieron a trabajar como voluntarios durante los 30 días del Ramadán. Sison señaló que los adventistas se destacaron, especialmente los fines de semana, cuando otros voluntarios tenían otros compromisos.
A lo largo del mes, el grupo distribuyó diariamente entre 500 y 600 paquetes de comida para el Iftar. También tuvieron la oportunidad de conocer a varios miembros de la comunidad, a organizadores del equipo de voluntarios Ataa Hamdan, a la policía de Dubái y a altos funcionarios que ocasionalmente se unían a los voluntarios.
Sison relató un encuentro memorable en el Hospital de Dubái, cuando una señora se le acercó muy emocionada y le dio las gracias. “¿Por qué me da las gracias?”, preguntó Sison. “No puedo olvidar su acto de bondad al distribuir el Iftar durante el Ramadán”, respondió la señora.
“Fue una bendición ver que la gente nos reconocía y nos asociaba con la bondad hacia la comunidad”, dijo Sison.
El voluntariado también ayudó a reconectar con un exmiembro de la iglesia que había dejado de asistir a los servicios. Sison destacó la importancia de ser relevantes en las comunidades circundantes y animó a otros a buscar oportunidades para servir.
“Si queremos ser relevantes en las comunidades que nos rodean, tenemos que mirar a nuestro alrededor, ver las necesidades e intervenir para llenar el vacío. Hay muchas oportunidades a nuestro alrededor. Ojalá todos nos implicáramos y compartiéramos la alegría de servir a nuestras comunidades circundantes”, concluyó Sison.
Este artículo fue proporcionado por la Unión del Medio Oriente y el Norte de África.