Un comprometido equipo de 12 miembros de siete iglesias se embarcó en una importante misión en la provincia de Khuvsgul (Mongolia), en el marco de la iniciativa “Yo Iré a alcanzar mi mundo”. Este ministerio tiene como objetivo compartir las buenas nuevas de Jesús y llevar sanidad espiritual y física a la región.
La misión comenzó cada día con estudios bíblicos, oración y confraternidad, fortaleciendo el peregrinaje espiritual del equipo y de los participantes locales. Las mañanas se dedicaban a charlas de salud, chequeos y diversas actividades de bienestar, como masajes de cabeza y aparatos de masaje. Estas interacciones brindaron la oportunidad de comprometerse con la comunidad, ofreciendo alivio físico y apoyo espiritual por medio de conversaciones y oraciones. La contribución práctica a las escuelas y barrios locales formó parte integral del ministerio. El equipo plantó plantines en un invernadero, demostrando su compromiso con las prácticas sustentables.
Llevaron a cabo sesiones de capacitación en la Escuela Delgermoron, a la que asistieron 88 alumnos, en la Escuela Futuro Siglo XXI, con 130 alumnos, en la Escuela Crown, con 320 alumnos, y en la Escuela Talented, con 160 alumnos. Estas sesiones abarcaron la capacitación para la elección de carrera, la educación sanitaria y el desarrollo de habilidades, y tuvieron un impacto en 698 estudiantes. Además de los programas escolares, el equipo amplió su alcance a 47 ancianos del Centro de Atención a la Tercera Edad y a 9 empleados del sector de mejoras de la ciudad. Las veladas estuvieron llenas de testimonios, consejos de salud, cantos de alabanza, sermones, debates en grupo y compañerismo, creando un entorno propicio para el crecimiento espiritual y la creación de lazos comunitarios.
La misión “Yo Iré” en Mongolia capacita a los miembros de la iglesia, especialmente a las mujeres, para tender la mano con esperanza, sanación, amor y compasión. Este evento en la provincia de Khuvsgul ejemplificó los objetivos de la iniciativa, ya que acercó a la gente a Dios y fue testigo de cómo muchas personas aceptaron a Jesús como su Salvador. Gracias a su dedicación, el equipo dejó un impacto duradero en la comunidad, mostrando la profunda diferencia que la ayuda basada en la fe y la atención integral pueden marcar en la vida de muchas personas.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Norasiática del Pacífico.