Las pastoras tuvieron una oportunidad única de reunirse para apoyarse y animarse mutuamente y compartir sus experiencias en el ministerio en las recientes reuniones de pastores celebradas por la Misión de las Islas Salomón (MIS) en Honiara.
Aunque las mujeres siguen afrontando desafíos singulares en el ministerio, sirven fielmente a sus iglesias y comunidades, dirigiendo congregaciones, predicando, realizando estudios bíblicos y visitas; y forman una parte pequeña pero integral del equipo ministerial de la MIS.
Reflexionando acerca de la contribución de las mujeres al ministerio, el Pr. David Filo, presidente de la MIS, dijo: “Creo que las mujeres son una parte muy importante del ministerio que hemos descuidado en el pasado. Pero creo que hacer participar a más mujeres en el ministerio es el camino a seguir”.
Por primera vez, la Misión, con el apoyo de donantes privados, se ha comprometido a apoyar económicamente a una mujer, Tracey Mulele, para que estudie para el ministerio en La Universidad Adventista Fulton. “Esto es algo a lo que debemos dar prioridad”, dijo el Pr. Filo.
Del mismo modo, el Pr. Vince David, secretario ministerial de la SIM, dijo que la misión espera ser más intencional a la hora de animar a más mujeres a seguir una formación ministerial.
“He estado pensando en esto y, aunque nunca lo hemos hecho realmente, creo que tenemos que ir a las escuelas secundarias para animar a las mujeres jóvenes a considerar el ministerio”, dijo el Pr. David. “También necesitamos ayudar a nuestros miembros a entender que Dios llama tanto a hombres como a mujeres al ministerio”.
En sus conversaciones con las pastoras, el Dr. Darius Jankiewicz, secretario ministerial de la División del Pacífico Sur, quedó impresionado por el amor de ellas por compartir a Jesús.
Naomi Irobeni forma parte del pequeño grupo de pastoras. “Oré y le pedí a Dios que me usara en su servicio, aunque tengo una educación limitada”, dijo. “Pero sé que Dios es el mejor Maestro, y sé que me ha llamado, así que aprendí a compartir; aprendí a predicar y a ayudar a otros a conocer a Dios y a ser salvos en su reino. Me encanta el ministerio porque puedo compartir el amor de Dios”.
Beverly Maega trabajaba en el Ministerio de la Mujer en 2019 cuando se sintió llamada a un ministerio más amplio. La Misión la animó a estudiar teología en la Universidad Adventista Fulton.
“Hoy, me encanta encontrarme con personas que quieren conocer a Jesús”, dijo. “Hablar con ellos y estar allí cuando aceptan a Jesús y su vida es transformada: eso es lo que me hace feliz”.
Venisa Pitrie dijo que había querido ser predicadora desde que era niña. “Me casé e hice otras cosas, pero siempre estuve muy interesada en hablar a los demás acerca de Jesús”, dijo. “En 2017, tuve la oportunidad de ir a Hoda [Escuela Teológica Adventista], y allí aprendí a ser predicadora. Doy gracias a Dios porque me llamó al ministerio: para hablar a otros de él. Esa es mi vocación”.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio web de Adventist Record.