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La Iglesia Adventista se moviliza para ayudar a las víctimas de los incendios en Córdoba

La iniciativa busca proporcionar ayuda económica y brindar apoyo emocional y espiritual a los afectados en Argentina.

Defensa Verde combate el fuego en Córdoba.

Defensa Verde combate el fuego en Córdoba.

[Foto: Charly Soto | Medio: Carlospazvivo]

Ante la devastadora situación que se vive en la provincia de Córdoba, ubicada en el centro de Argentina, por los incendios forestales que han arrasado con miles de hectáreas, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Argentina ha iniciado acciones para poder ofrecer ayuda a los afectados.

Mediante el departamento de Acción Solidaria Adventista (ASA) se destaca que “la concepción cristiana fundamentada en la Biblia nos lleva a tomar la actitud que tomaría Jesús: estar al lado del doliente, del que sufre, del que pasa necesidad. Por lo tanto, no podemos permanecer ajenos ante esta situación”, comenta el pastor Edgardo Cascardo, director de ASA en la región central de Argentina.

La Asociación Argentina Central (AAC) de los adventistas, sede administrativa de la iglesia que abarca la provincia de Córdoba, lanzó una campaña de recaudación de fondos. La iniciativa busca proporcionar asistencia económica directa a las familias afectadas, priorizando la eficacia y el alcance de la ayuda.

El pastor Cascardo explica que el objetivo es reunir recursos para apoyar a los damnificados en la región, “nuestro proyecto es colaborar con la situación extrema que se vive por los incendios en Córdoba, específicamente en el Valle de Punilla,” señala. “Hasta el momento, se han visto afectadas 39.000 hectáreas, lo cual es una porción significativa si consideramos que la ciudad de Córdoba Capital tiene una superficie de 57.000 hectáreas”, añade.

Bomberos luchan contra el fuego en los incendios en Valle de Punilla.
Bomberos luchan contra el fuego en los incendios en Valle de Punilla.

Los incendios han dejado un saldo trágico, con 20 familias que han perdido sus viviendas, mientras que el fuego continúa devastando todo a su paso. Julio Agüero, uno de los damnificados, relató su experiencia: “Fue muy rápido, no había tiempo para reaccionar. En cuestión de horas, mi casa y muchas otras fueron consumidas por el fuego. Es el día más triste de mi vida, pero sé que Dios me está ayudando y eso me da fuerzas para seguir adelante”.

El impacto de la catástrofe no solo ha sido material, sino también emocional. Ante esta realidad, la Iglesia Adventista busca no solo proporcionar ayuda económica, sino también apoyo emocional y espiritual a los afectados. El presidente de la Iglesia Adventista en la región central, el pastor Alejandro Brunelli, reflexionó en la importancia de estar presentes en momentos de crisis: “La extrema necesidad del hombre es la oportunidad de Dios. Como Iglesia, creemos que esa oportunidad de actuar llega a través de nuestras manos. Debemos estar cerca de la gente, apoyándolos no solo con recursos materiales, sino también brindando contención emocional y espiritual”.

Así quedó la casa de Julio, uno de los damnificados, luego de haber sido alcanzada por las llamas.
Así quedó la casa de Julio, uno de los damnificados, luego de haber sido alcanzada por las llamas.

La iniciativa impulsada por la Iglesia Adventista se enfoca en la recolección de recursos económicos, dada la practicidad y eficiencia para la distribución directa en la zona afectada. “Agradecemos a todos los que se han contactado desde diferentes lugares con donaciones, especialmente aquellos que tienen iniciativas de enviar donaciones materiales,” destaca Cascardo. “Sin embargo, los recursos económicos son más prácticos, ya que se utilizan directamente en el lugar sin incurrir en gastos de transporte”, agrega.

Con un espíritu solidario y comprometido, la Iglesia Adventista reafirma su misión de estar al lado de quienes sufren, reflejando los valores cristianos que guían sus acciones. Las donaciones económicas serán claves para hacer frente a la emergencia y ayudar a las familias a reconstruir sus vidas en medio de esta tragedia.

Cascardo concluye: “Siempre tenemos presente estas palabras que definen nuestro compromiso y solidaridad: ’En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis’ (Mateo 25:40)”.

El artículo original se publicó en el sitio web en español de la División Sudamericana.

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