Southern Asia-Pacific Division

La Iglesia Adventista consagra a más de 30 misioneros mediante el programa Reenfoque en la Misión

Se trata del mayor número de misioneros alguna vez enviado por una división adventista en todo el mundo.

Edward Rodriguez, División Sudasiática del Pacífico
Misioneros y sus familias permanecen juntos durante una emotiva ceremonia de despedida en la sede de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP), preparándose para embarcarse en la misión por todo el mundo como parte de la iniciativa de Reenfoque en la Misión. Junto a líderes y colaboradores que se unieron en persona y virtualmente, este grupo representa un esfuerzo histórico para expandir la presencia de la Iglesia Adventista, con el compromiso de llevar esperanza y el mensaje de Cristo a comunidades sin presencia adventista.

Misioneros y sus familias permanecen juntos durante una emotiva ceremonia de despedida en la sede de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP), preparándose para embarcarse en la misión por todo el mundo como parte de la iniciativa de Reenfoque en la Misión. Junto a líderes y colaboradores que se unieron en persona y virtualmente, este grupo representa un esfuerzo histórico para expandir la presencia de la Iglesia Adventista, con el compromiso de llevar esperanza y el mensaje de Cristo a comunidades sin presencia adventista.

[Foto: División Sudasiática del Pacífico]

En una inspiradora ceremonia de dedicación organizada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, más de 30 misioneros de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP) pronto se embarcarán en sus viajes para establecer la presencia adventista en países y regiones que aún no han sido alcanzados. David Trim, director de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Asociación General (AG), asistió a este evento, que marcó el mayor número de misioneros alguna vez enviados desde cualquier división adventista, subrayando la importancia histórica y el peso espiritual de este programa único.

El programa Reenfoque en la Misión tiene como objetivo establecer misiones adventistas en regiones que aún no han experimentado la presencia de la Iglesia. La DSAP ha ido más allá de su propio territorio para apoyar a otras regiones, ejemplificando el espíritu global de unidad de la Iglesia Adventista. Por medio de campañas de evangelización en colaboración, celebradas fuera de sus fronteras, los líderes de la DSAP han mostrado su solidaridad con las divisiones vecinas, fomentando un mayor sentido de comunidad dentro de la iglesia mundial. Como parte de la iniciativa Reenfoque en la Misión, 32 misioneros se están preparando para servir en más de 12 países, ampliando aún más la influencia misionera de la DSAP. 

Durante la ceremonia, los administradores de la DSAP y los representantes de la División Norasiática del Pacífico firmaron un Memorando de Entendimiento en el que se describen las responsabilidades de cada organización a la hora de apoyar y alojar a los misioneros de Reenfoque en la Misión. Este acuerdo consolida un compromiso de colaboración para garantizar que los misioneros estén bien equipados y reciban apoyo cuando comiencen su labor en nuevas regiones.

Representantes de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP) y de la División Norasiática del Pacífico formalizan su asociación mediante la firma de un Memorando de Entendimiento durante la ceremonia de despedida, en el que se describen sus respectivas responsabilidades en el apoyo a los misioneros de Reenfoque en la Misión. Esta colaboración histórica tiene como objetivo mejorar los esfuerzos misioneros en las regiones no alcanzadas, encarnando el espíritu de unidad global y la misión centrada en la divulgación dentro de la Iglesia Adventista.
Representantes de la División Sudasiática del Pacífico (DSAP) y de la División Norasiática del Pacífico formalizan su asociación mediante la firma de un Memorando de Entendimiento durante la ceremonia de despedida, en el que se describen sus respectivas responsabilidades en el apoyo a los misioneros de Reenfoque en la Misión. Esta colaboración histórica tiene como objetivo mejorar los esfuerzos misioneros en las regiones no alcanzadas, encarnando el espíritu de unidad global y la misión centrada en la divulgación dentro de la Iglesia Adventista.

Trim, basándose en los relatos bíblicos de los libros de Jueces y Josué, pronunció un mensaje de aliento y esperanza. Citando pasajes como Jueces 2:7 y Jueces 3:11, 12 y 15, resaltó cómo la historia de Israel muestra que dondequiera que se encuentre el pecado, el poder redentor de Dios ya está actuando.

“La redención no procede de la fuerza humana, sino de la intervención divina”, subrayó Trim, refiriéndose a la historia de Ehud, el juez zurdo de la tribu más pequeña de Benjamín, por medio de quien Dios trajo la liberación. Explicó que, al igual que Dios utilizó a un héroe inesperado, también utiliza a misioneros que pueden sentirse inadecuados, inseguros o abrumados. Este tema resuena con la esencia misma de la labor misionera, en la que la fuerza no proviene de la capacidad humana, sino de la guía divina.

En su presentación, Trim compartió tres reflexiones clave para que los misioneros se aferren a lo desconocido. Comenzó destacando la importancia de la historia, instando a la audiencia a reconocer que “nuestra historia importa”. Estas historias del pueblo de Dios son más que acontecimientos pasados; sirven como ejemplos vivos de la obra activa de Dios en la vida de su pueblo. Trim subrayó que las historias conservadas en los archivos de las iglesias son poderosas metáforas del amor redentor y constante de Dios a lo largo del tiempo.

Pasando al segundo punto, Trim animó a los misioneros mencionando que la fuerza de Dios se perfecciona en la debilidad humana. Les recordó que los momentos de duda e incertidumbre no son obstáculos, sino oportunidades únicas para que Dios revele sus planes. “Dios no confía en la fuerza humana”, dijo, “sino que revela su gloria en nuestra debilidad”. Explicó que los momentos de duda son precisamente cuando la guía infalible de Dios se hace más evidente, animando a los misioneros a abrazar estos momentos como parte de su viaje.

Por último, Trim recordó a los misioneros que cada uno de ellos tiene una misión, un llamado específico de Dios. Basándose en el ejemplo del plan de redención de Dios para Israel, hizo hincapié en que, independientemente de los desafíos o incertidumbres que se presenten, cada misionero tiene un propósito dentro del gran diseño de Dios. “Dios tiene una misión para cada uno de ustedes”, animó, pidiendo a los misioneros que confiaran en el propósito divino que les ha conducido a este camino.

Mientras estos misioneros se preparan para partir, la Iglesia Adventista celebra su compromiso de difundir la esperanza y la compasión, especialmente en zonas desafiantes que carecen de la presencia adventista. La monumental despedida del programa Reenfoque en la Misión encarna la dedicación de la Iglesia a llevar el evangelio a todos los rincones del mundo, reafirmando que dondequiera que haya necesidad, el poder de Cristo para salvar y redimir ya está actuando.

El artículo original se publicó en el sitio web de la División Sudasiática del Pacífico.

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