Los líderes y lo miebros de Hope Life (una iglesia urbana misional operada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el norte de México) se reunieron en el Hotel Camino Real en Monterrey para honrar a siete profesionales distinguidos que han estado prestando servicios en la ciudad durante muchos años. El evento, que se llevó a cabo el 8 de noviembre de 2024, tuvo lugar en el corazón de Monterrey, en la municipalidad de San Pedro Garza García, conocido en todo México y Latinoamérica por tener los ingresos per cápita más elevados.
“Hoy nos reunimos con amigos profesionales de la comunidad adventista y otros, para brindar tributo a profesionales ejemplares con carreras excelentes y por sus contribuciones, mediante su trabajo y esfuerzos, a la sociedad”, dijo Misael Pedraza, pastor de Hope Life. “Queremos que sepan que ellos también son parte de la misión”.
El pastor Elie Henry, presidente de la División Interamericana, también habló durante el encuentro para felicitar a los que fueron reconocidos, a sus familias y a los miembros de Hope Life. “Solo quería recordarles hoy del Dios Creador, quien hizo y formó todas las cosas, y quien llamó a cada uno por su nombre”, dijo el pastor Henry. “Le pertenecemos, y no importa lo que suceda, él nos ama. Y ese amor nos lleva a celebrar su nombre y a dar nuestra vida a su servicio”.
Uno por uno, cada uno de los condecorados en la ceremonia recibió un certificado de reconocimiento y una Medalla Especial del Centenario de la División Interamericana.
Logros e impacto comunitario
Durante el evento, siete profesionales fueron reconocidos por sus contribuciones destacadas en diversos campos, desde la medicina a la ingeniería, la educación y el servicio comunitario. Cada uno de los condecorados recibió un certificado de reconocimiento y la prestigiosa Medalla del Centenario de la División Interamericana.
Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando la doctora Liliana Báez aceptó un reconocimiento póstumo en nombre su padre, el doctor Manuel Báez Flores. El renombrado físico y educador, quien presto servicios como primer director de la Escuela de Medicina de la Universidad de Monterrey, fue reconocido por la dedicación que mostró durante toda su vida a la salud y la obra misionera. El doctor Báez ayudó a establecer programas de salud para la comunidad adventista, y jugó un papel destacado en la construcción de varias iglesias en Monterrey. Su hija lo describió como un hombre de “perseverancia”, quien dedicó su carrera a promover la salud y el bienestar.
Otros condecorados incluyeron a Alfonso Martínez Serna, un respetado líder cultural y educacional, y a Silvano Salazar Nava, un ingeniero que vio su vida transformada cuando abrazó los principios de salud de la Iglesia Adventista. Salazar, que ha corrido múltiples maratones, dijo que su transformación física se debe al mensaje de salud de la iglesia.
El doctor Fernando Montes Tapia, un cirujano pediátrico pionero, recibió un reconocimiento por su liderazgo en cirugía fetal y por sus contribuciones a la comunidad adventista. El doctor Manuel Fong, especialista en trasplante de pulmón, también fue reconocido por su trabajo en investigación médico y su compromiso con la fe adventista.
El ingeniero y doctor Gilberto García Acosta fue reconocido por su trabajo innovador en mecatrónica y fabricación avanzada, y Lázaro Rodríguez Grande fue reconocido por su participación en la iniciativa “Quiero vivir sano”, que promueve la salud y el bienestar en las comunidades adventistas.
Los condecorados no solo representan la excelencia en sus respectivos campos, sino que también ejemplifican los valores que la iglesia Hope Life se esfuerza por defender: la fe, el servicio y la participación comunitaria, dijo Pedraza.
La misión de Hope Life
Respecto al espíritu de servicio demostrado por los condecorados durante el programa, la iglesia Hope Life continúa extendiendo su misión de conectarse con la comunidad más amplia de Monterrey, enfatizó Pedraza. La iglesia, que celebró su segundo aniversario en octubre, está enfocada en alcanzar a las personas de ambientes profesionales y círculos seculares, apuntando a crear espacios en el que se cruzan la fe y la vocación.
“Sentimos que era importante organizar este evento para conectarnos con destacados profesionales”, dijo Pedraza. “Nuestro objetivo es ser visible y magnético, atrayendo a los que necesitan confianza, amor y paz en sus corazones”.
Además del énfasis espiritual, Hope Life ha estado involucrada activamente en proyectos comunitarios de servicio a la comunidad. La iglesia se ha asociado con la Agencia de Desarrollo Familiar del estado para ofrecer atención odontológica, consejería nutricional, atención oftalmológica, y servicios psicológicos a los niños en hogares de acogida. También opera un ministerio que apoya a los migrantes, en colaboración con Casa INDI, ofreciendo servicios esenciales a los necesitados.
“En la Familia de Hope Life, estamos comprometidos para seguir desarrollando programas que se conecten con los jóvenes y las familias jóvenes. Soñamos con establecer un centro de influencia con servicios especializados para jóvenes profesionales, salud y educación que se conecte con la comunidad en el área de San Pedro”, dijo Pedraza.
Bajo la supervisión de la Asociación del Noreste en la Unión Mexicana del Norte, Hope Life es una de las principales iglesias urbanas misionales en el territorio de la División Interamericana, según Hiram Ruiz, director del Ministerio en Campus Públicos a cargo de las iglesias urbanas misionales. Hay otras ocho iglesias urbanas misionales, lo que incluye a cuatro en México, dos en Colombia, una en Panamá y una en El Salvador, informó Ruiz.
Ruiz destacó que el énfasis de Hope Life en la obra por los profesionales es una parte fundamental de la misión de la iglesia. “Lo que hizo Hope Life aquí esta noche es valioso, porque nos permite alcanzar a los adventistas que acaso no se sienten atraídos por el modelo de la iglesia tradicional, pero que pueden asistir a eventos como este para compartir sus logros profesionales y conectarse por medio del servicio a la comunidad”, dijo Ruiz.
Una visión para el futuro
El enfoque innovador que tiene la iglesia hacia la obra misionera continúa atrayendo un número creciente de personas que están buscando un sentido de comunidad, propósito y pertenencia. “Hope Life se distingue por el tipo de personas que está alcanzando”, añadió Ruiz.
“Tiene un enorme potencial y una visión muy clara del futuro. Cada comunidad posee su propio ADN misional único, pero Hope Life es un modelo de lo que puede y debería ser una iglesia urbana misional”.
Para los miembros nuevos como Martha, la iglesia brinda más que tan solo orientación espiritual: le ofrece un sentido de familia y esperanza. “Ahora son mi familia. Me han dado un sentido de pertenencia y esperanza que no había experimentado antes”, compartió. “La mejor parte es que estoy aprendiendo a conocer y amar a Dios mediante su Palabra y esta comunidad”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Interamericana.