Como nunca antes, Dios está llamando a los líderes y los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a serle fieles, dijo Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General (AG), en un llamado el sábado 12 de octubre. Wilson presentó su sermón ante más de 340 miembros de la Junta Directiva de la Asociación General (EXCOM, por sus siglas en inglés) que asisten al Concilio Anual 2024 en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.
“En este mundo contemporáneo de valores siempre cambiantes y pendientes morales resbaladizas, debemos permanecer firmes en tierra firme con los pies plantados en la segura Palabra de Dios”, subrayó.
El encuentro anual de líderes y la reunión de trabajo que se celebran del 10 al 16 de octubre incluyen informes de los departamentos, discusión de planes y votaciones acerca de proyectos e iniciativas de la denominación, que cuenta con 23 millones de miembros.
Este año ha sido marcado especialmente designado por la Iglesia Adventista, ya que se conmemoran 150 años desde que el primer misionero oficial, John N. Andrews, y su familia llegaron a Suiza, algo que Wilson señaló. “Somos llamados a seguir fielmente este asombroso ejemplo de servicio misionero desinteresado dondequiera que estemos en el mundo”, dijo.
Confiar en la justicia de Cristo
Nuestro llamado a la fidelidad a la Palabra de Dios y a su verdad se basa, dijo Wilson, en nuestra total confianza en la justicia y el poder de Cristo. Fundamentada en él, nuestra fidelidad afectará todos los aspectos prácticos de nuestra vida, enfatizó.
“Vivamos vidas cristianas fieles, permitiendo que la justicia de Cristo obre en nosotros para mostrar un estilo de vida lleno de piedad y esfuerzos misioneros”, dijo Wilson en la invitación, y añadió: “Por medio de su justicia, podemos mostrar un estilo de vida de normas bíblicas, reforma de la salud, justicia por la fe en él, fidelidad a su Palabra en todas las cosas, y sencillez de acción y conducta”.
Un mensaje y una misión únicos
Wilson también enfatizó que somos llamados a mantener la misión que Dios ha destinado para la Iglesia Adventista. “Somos un pueblo peculiar [...] un pueblo único con un mensaje único en una misión única”, dijo a los miembros de la Junta Directiva y a los que siguieron el servicio en línea.
A continuación, Wilson se explayó respecto a lo que implica, según él, el llamado de Dios. “Dios nos llama a ser fieles a él, a su Palabra, al mensaje de Advenimiento y a la proclamación del mensaje de los tres ángeles, que se centra en la justicia de Cristo y en sus hermosos Diez Mandamientos”, dijo. Esos mandamientos, añadió, revelan “que su carácter se basa en su amor eterno por cada uno de nosotros” y que “este amor muestra la centralidad de Cristo en nuestra vida y su papel completo en nuestra salvación”.
El llamado de Dios es también un llamado a la misión, dijo. “Debemos ser parte de Todo Miembro Involucrado para alcanzar al mundo, diciéndole al Señor: ’Yo Iré’”, dijo Wilson.
El poder del testimonio personal
En el contexto de este llamado divino a la fidelidad, Wilson destacó el poder de nuestras historias personales para conectar y llegar a los demás. “Las historias personales y el testimonio de cada uno de nosotros deben ser compartidos con el mundo mientras damos fiel testimonio de Jesús y de su poder salvador”, dijo.
En este contexto, Wilson compartió que, mientras asistía a un reciente retiro de la junta en la Universidad de Loma Linda (ULL), escuchó un testimonio que quería que los miembros de la Junta Directiva escucharan. Llamó a Giorgia Maghelli al escenario. Maghelli, estudiante de medicina en la Universidad de Loma Linda, compartió cómo experimentó la fidelidad de Dios en su vida.
Un testimonio especial
Maghelli, que nació en Italia y vivió en Escocia e Irlanda, contó cómo conoció la Iglesia Adventista por medio de vídeos de YouTube sobre profecía y, más tarde, mediante los libros de Elena de White.
Contó cómo la frase inicial de Patriarcas y Profetas: “‘Dios es amor’. Su naturaleza y su ley son amor. Lo han sido siempre, y lo serán para siempre”, le llegó al corazón. “Me atrapó”, reconoce Maghelli. “Me abrió un mundo completamente nuevo”.
Maghelli contó entonces cómo, mediante una serie de acontecimientos providenciales, conoció al evangelista internacional Mark Finley y a su esposa, Teenie, y más tarde a Andy Hunsaker, un médico adventista que actualmente es presidente de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASi). Fue un derrotero que finalmente la llevó a la Universidad de Loma Linda, donde está aprendiendo a utilizar el mensaje adventista de salud para aliviar el sufrimiento y llevar a otros a Jesús.
“Las bendiciones y los milagros han sido casi demasiado grandes para contenerlos; me llenan de asombro y gratitud”, dijo Maghelli.
Unidos para la misión
En la clausura de su mensaje, Wilson recordó a los miembros de la Junta Directiva y a quienes seguían el programa por Internet que Dios ha provisto todo lo necesario para nuestra salvación. Por lo tanto, “todo lo que se necesita es que seamos fieles en la proclamación de su mensaje de los últimos días de esperanza, advertencia y redención”. Citó a Elena de White, cofundadora de la Iglesia Adventista, quien, en su libro Mensajes selectos, escribió: “Dios nos ha llamado como un pueblo que ha de constituir un tesoro especial para él. Él ha dispuesto que su iglesia en la tierra permanezca perfectamente unida en el Espíritu y el consejo del Señor de los ejércitos hasta el fin del tiempo” (tomo 2, p. 458).
Wilson concluyó haciendo un llamado a todos los líderes y los miembros de la iglesia para que se unan a él en estos esfuerzos. “¿Estás dispuesto a formar parte de Todo Miembro Involucrado para compartir el mensaje de Dios al mundo?”, preguntó. “Han sido elegidos para la misión y llamados a ser fieles. [...] Que Dios bendiga a cada uno de ustedes mientras le son fieles. ¡Maranatha!”.
El artículo original se publicó en el sitio web de la Adventist Review.