South Pacific Division

ADRA recibe dos premios en conferencia de desarrollo celebrada en Nueva Zelanda

La agencia adventista de desarrollo y ayuda ganó en la categoría de Colaboración y también en la de Fotografía.

(De izquierda a derecha) Tony Fautua (director general de ADRA Nueva Zelanda), Bernadette Cavanagh (subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda), Sahara Anae (directora de programas internacionales de ADRA Nueva Zelanda) y Joanne Wieland (directora de programas internacionales de ADRA Nueva Zelanda).

(De izquierda a derecha) Tony Fautua (director general de ADRA Nueva Zelanda), Bernadette Cavanagh (subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda), Sahara Anae (directora de programas internacionales de ADRA Nueva Zelanda) y Joanne Wieland (directora de programas internacionales de ADRA Nueva Zelanda).

[Foto: Adventist Record]

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) fue galardonada con dos premios en la Conferencia 2024 del Consejo para el Desarrollo Internacional, celebrada en Wellington, Nueva Zelanda, los días 4 y 5 de septiembre.

ADRA ganó el Premio Colaboración 2024 y el Premio de Fotografía Dirigida Localmente. En la categoría de Premio a la Colaboración, había otros cinco nominados: Anglican Missions, Save the Children, TearFund, Fred Hollows y World Vision. ADRA ganó el premio por su proyecto SHAPE que, según sus siglas en inglés, significa Salud, Agricultura, Protección y Capacitación Sustentables. El proyecto ha unido a equipos de ADRA de varios países, como Vanuatu, Papúa Nueva Guinea, Fiyi, Timor Oriental, Myanmar y Nueva Zelanda.

El jurado elogió a SHAPE por facilitar un rico intercambio de conocimientos y cultura, así como la colaboración entre varios países.

“El proyecto SHAPE es una notable demostración de la dedicación de ADRA a la integración de enfoques y prácticas indígenas en la labor de desarrollo, capacitando a las comunidades para forjar su propio futuro”, dijeron los jueces.

“Al adoptar los valores maoríes y otros principios indígenas, han redefinido los marcos convencionales de desarrollo para adaptarlos mejor a los contextos culturales de las comunidades a las que sirven. Este enfoque no solamente ha fomentado un fuerte sentimiento de apropiación entre los socios locales, sino que también ha transformado la forma en que estas comunidades participan y contribuyen a las actividades de desarrollo”, añadieron.

El proyecto SHAPE ha tenido un impacto significativo, beneficiando a más de 75.000 personas en múltiples países. Desde estrategias pioneras de resiliencia económica en Timor Oriental hasta soluciones avanzadas de agua, saneamiento e higiene en Vanuatu, los esfuerzos de colaboración de ADRA han inspirado y empoderado a las comunidades, creando un camino sustentable hacia el futuro.

“Elogiamos a ADRA por su liderazgo visionario y su inquebrantable compromiso con el desarrollo colaborativo. Su trabajo es un poderoso ejemplo de lo que puede lograrse cuando las organizaciones se unen con un propósito común”, declaró el jurado.

El proyecto SHAPE ha facilitado un rico intercambio de conocimientos y cultura y una acción de colaboración en múltiples países.
El proyecto SHAPE ha facilitado un rico intercambio de conocimientos y cultura y una acción de colaboración en múltiples países.
“Elia Nakamal”, fotografía premiada de Kusal Perera.
“Elia Nakamal”, fotografía premiada de Kusal Perera.

Premio de fotografía

ADRA también recibió el Premio de Fotografía Dirigida Localmente con una imagen titulada “Elia Nakamal”. Fue tomada por Kusal Perera en la costa occidental de Vanuatu. La foto muestra a agricultores locales reunidos en un entorno comunitario, aprendiendo nuevos métodos agrícolas.

“A los jueces les encantó especialmente el uso de la casa de reuniones, con papel colocado y sujetado con piedras”, dijeron. “Sencillo pero eficaz, con un claro compromiso e interés por parte de los agricultores locales, que cumplía claramente el objetivo”.

La directora del programa internacional de ADRA Nueva Zelanda, Sahara Anae, dijo que la imagen simboliza un poderoso cambio en la forma en que ADRA Vanuatu está reimaginando el desarrollo a través de la sabiduría indígena.

“Como parte de nuestro programa SHAPE, esta imagen capta la esencia misma de la innovación liderada por la comunidad”, dijo.

Y añade: “En este caso, no nos limitamos a debatir los procesos de la cadena de valor con los agricultores locales, sino que nos replanteamos cómo podrían ser las cadenas de valor desde la perspectiva del rico patrimonio cultural de Vanuatu. Lo que empezó como un típico modelo lineal ha evolucionado hacia algo mucho más significativo: un ecosistema de valor, enraizado en la armonía entre cultura, medioambiente y personas. Este nuevo enfoque, que llamamos con orgullo ‘Método Ni-Van’, abraza el equilibrio de la vida y honra las profundas conexiones que nos sostienen”.

Anae afirmó que están muy ilusionados con el futuro de este nuevo enfoque. “A medida que nos preparamos para poner en marcha los planes de acción del Método Ni-Van, creemos que este enfoque tiene el potencial de remodelar no solamente nuestra forma de trabajar, sino también la forma en que vemos nuestro lugar en el mundo”, dijo. “Fusionando el conocimiento tradicional con estrategias modernas, estamos construyendo un futuro en el que la sostenibilidad no es solamente un objetivo, sino una forma de vida. El método Ni-Van es un audaz paso adelante, anclado en el pasado pero diseñado para prosperar en el futuro, y estamos impacientes por ver su impacto en Vanuatu”, añadió.

El Consejo para el Desarrollo Internacional es el máximo organismo neozelandés y la agencia nacional que aglutina a las ONG y organizaciones internacionales del país que trabajan en el ámbito del desarrollo internacional y la respuesta humanitaria.

La versión original de esta historia fue publicada por el sitio de noticias de la División del Pacífico Sur, Adventist Record.

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