La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) está lidiando con importantes interrupciones en sus operaciones globales debido a una reciente pausa en la financiación impuesta por el Gobierno de los Estados Unidos el 20 de enero de 2025.
Esta acción sin precedentes de la financiación de USAID para programas humanitarios, incluidos proyectos dirigidos por ADRA y otras organizaciones sin fines de lucro, obligó a ADRA a detener iniciativas críticas y puso a las comunidades vulnerables en riesgo de perder servicios esenciales.
Pausa en la financiación de USAID: un desafío global
Los fondos de USAID que apoyan la implementación de programas globales se asignaron tanto a ADRA Internacional, con sede en EE. UU., como directamente a las oficinas de la red ADRA en África, Oriente Medio y Sudamérica.
La reducción de la financiación ha afectado directamente a sectores críticos, entre ellos:
Iniciativas de seguridad alimentaria: programas que abordan las causas fundamentales del hambre y ayudan a las comunidades a ser autosuficientes.
Programas de salud: esfuerzos destinados a promover una vida más saludable para las poblaciones en riesgo.
Intervenciones nutricionales: programas fundamentales para combatir la malnutrición, especialmente entre los niños menores de cinco años.
WASH (agua, saneamiento e higiene): esfuerzos para garantizar el acceso al agua potable y al saneamiento, que son vitales para la supervivencia en muchas comunidades.
Ayuda en caso de catástrofes y respuesta de emergencia: ayuda inmediata y apoyo para la recuperación a largo plazo tras catástrofes naturales y provocadas por el hombre.
Reducciones de personal y ajustes operativos
En respuesta a la reducción de fondos, múltiples organizaciones sin fines de lucro, incluyendo ADRA, han iniciado reducciones de personal.
La organización global se vio obligada a reducir el 18 % de su personal en ADRA Internacional en los EE. UU., con despidos adicionales en otras oficinas de países. Se espera que estas reducciones continúen durante los próximos meses a medida que ADRA alinee sus operaciones con las restricciones financieras actuales, priorizando los recursos para los programas críticos que permanecen operativos.
Para ayudar a los afectados, ADRA está proporcionando un paquete de indemnización integral, que incluye apoyo salarial, cobertura sanitaria durante la transición y servicios de recolocación, como orientación profesional, apoyo en la búsqueda de empleo y asesoramiento.
“ADRA está devastada por la difícil decisión de reducir personal como resultado de los desafíos de financiación a los que nos enfrentamos. Esta decisión ha afectado a muchos de los dedicados miembros de nuestro equipo, y estamos profundamente agradecidos por sus años de servicio y su inquebrantable compromiso con nuestra misión. Sus contribuciones han sido esenciales para ayudarnos a servir a las comunidades más vulnerables de todo el mundo. Honramos su trabajo y seguimos comprometidos a apoyarlos a medida que atraviesan esta desafiante transición. Mientras atravesamos estos tiempos difíciles, nuestra misión de servir a los más necesitados se mantiene firme. Estamos explorando nuevas fuentes de financiación y creando asociaciones para seguir prestando un apoyo vital”, afirma Korey Dowling, vicepresidente de personal y excelencia de ADRA Internacional.
Décadas de impacto: un legado de apoyo de USAID
Durante más de cuatro décadas, ADRA ha sido afortunada al recibir un apoyo sustancial de USAID y otros organismos gubernamentales, lo que ha permitido a la organización prestar ayuda vital a millones de niños, mujeres, familias y comunidades necesitadas en todos los continentes. Esta colaboración ha sido esencial para avanzar en la misión de ADRA de servir a la humanidad con compasión, justicia y amor.
Como se indica en los estatutos de ADRA, aprobados por la Junta Directiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día cuando se estableció la agencia en 1983, la organización siempre se ha comprometido a formar asociaciones con diversas denominaciones, organizaciones filantrópicas, bancos de desarrollo y agencias gubernamentales que comparten su misión de satisfacer las necesidades humanas. Este enfoque estratégico ha permitido a ADRA ampliar su alcance e impacto, incluso ante las incertidumbres de financiación.
El compromiso continuo de ADRA con el servicio
A pesar de estos contratiempos, ADRA sigue firme en su misión de servir a las comunidades más vulnerables del mundo. En colaboración con su junta directiva, ADRA está evaluando la mejor manera de asignar los fondos operativos para mantener los programas de salvamento.
La organización seguirá dependiendo de donaciones individuales, del apoyo de otros gobiernos y de la financiación de instituciones que conceden subvenciones para promover sus iniciativas humanitarias. Con una red mundial de más de 117 oficinas, ADRA trabajará con diligencia para ajustar sus proyectos a fin de garantizar que sigan siendo eficaces y continúen satisfaciendo las necesidades de aquellos a quienes sirven.
“ADRA está profundamente agradecida por el apoyo continuo de sus socios de confianza, la Iglesia Adventista, los donantes y los voluntarios. A pesar de enfrentarnos a desafíos de financiación, seguimos comprometidos con la continuidad de nuestros programas vitales que apoyan a mujeres, niños, personas desplazadas y familias en crisis. Aunque estos desafíos son importantes, la fuerza de nuestra comunidad global y la resiliencia de las personas a las que servimos nos dan esperanza. Juntos, saldremos de este momento y continuaremos nuestra misión de crear un futuro más brillante y compasivo para todos. Pedimos sus continuas oraciones y apoyo mientras trabajamos para adaptarnos a la situación actual y mantenemos nuestra misión de mejorar vidas, asegurando que todos puedan vivir como Dios manda”, dice Sonya Funna Evelyn, vicepresidenta de desarrollo sustentable de ADRA Internacional.
El artículo original se publicó en el sitio de noticias de ADRA Internacional.
