A medida que la iglesia medieval buscaba obtener riqueza y poder, se vio obligada a hacer un compromiso entre el paganismo y el cristianismo, suplantando la palabra de Cristo con la lealtad a un ser humano: El poderoso obispo de Roma. Sin la Biblia como salvaguardia, la gente no tenía un estándar para distinguir entre el bien y el mal y estaba a merced de una Iglesia y un clero corruptos. Lo que siguió fue una era de oscuridad espiritual predicha por la profecía.
Durante los 1260 años de tinieblas, la palabra de Dios casi fue desterrada de la faz de la Tierra. El mal dominaba por completo, cometiendo y celebrando crímenes impensables, sin embargo, la luz de la verdad de Dios nunca se extingue por completo. A lo largo de la historia, Él siempre ha preservado un remanente que es fiel a Su Palabra.
Para obtener más información sobre esta era de oscuridad espiritual, lee El Conflicto de los Siglos de Elena de White, en https://greatcontroversyproject.org/.