Las inundaciones en Rio Grande do Sul, Brasil, ya pasaron, pero sus consecuencias siguen devastando la región. Por esta razón, casi 8.000 alumnos de todas las escuelas adventistas de los estados de Mato Grosso se movilizaron, recogiendo 9.682 kg de artículos para ayudar a las víctimas de la catástrofe.
Según el profesor Gilnei Maciel, líder de la red de Educación Adventista en el este del estado, la respuesta de la comunidad local ha sido extraordinaria: “Esta iniciativa es un ejemplo para los estudiantes de cómo la comunidad puede unirse para proporcionar apoyo práctico y emocional en tiempos de crisis”.
Alfredo Joaquim Ferreira, director de una de las escuelas implicadas, destacó el compromiso de los estudiantes y sus familias. “Todo el mundo se comprometió, desde los más pequeños hasta los estudiantes de secundaria. Algunos padres trajeron grandes cantidades de artículos de primera necesidad, lo que demuestra un compromiso notable”, afirmó. Ferreira también mencionó la emoción de los alumnos al escribir cartas de apoyo a las víctimas, que se enviarán junto con las donaciones.
Los alumnos reflexionan
Fernanda de Andrade, alumna de séptimo año, compartió su experiencia de recaudación de fondos. “En mi calle, formamos un grupo y pedimos donaciones de ropa, agua y comida. Llenamos todo el pasillo de la escuela e incluso la sala de reuniones con donaciones”, dijo. Destacó la influencia positiva de la escuela y las actividades en la capilla, que hacen hincapié en la importancia de ayudar a los demás.
“Mi familia y yo donamos agua, comida y ropa. Nuestro pastor nos ayudó a organizarlo todo el sábado. La escuela y mi familia me animaron mucho a participar”, dijo Pedro Lucas Gonçalves de Lima, un alumno de primer año que habló sobre el impacto de las enseñanzas de la escuela.
Bruna Manuele, estudiante de tercer año de secundaria, destacó la movilización en su condominio. “Hicimos una pancarta y recolectamos alimentos y ropa con la ayuda de nuestros vecinos. Fue gratificante ver a todos tan dispuestos a ayudar”, dijo. También destacó la influencia del colegio y su deseo de seguir participando en proyectos solidarios.
Ian Christopher, también estudiante de último año de secundaria, compartió su experiencia de recaudación de fondos con sus amigos del condominio. “Recogemos donativos y lo organizamos todo aquí en el colegio. La capilla y el carácter religioso del colegio nos animan mucho a participar”, dijo.
El impacto de la educación adventista
Para Gilnei Maciel, el impacto de la campaña va más allá de las donaciones materiales: “Queremos que los alumnos se comprometan y se preocupen por los demás. Esta campaña crea un movimiento sinestésico, en el que los alumnos sienten que contribuyen de forma real y significativa”.
Destacó cifras preliminares que reflejan la magnitud del esfuerzo: aproximadamente 9 toneladas de alimentos, 17.000 prendas de vestir, 672 kg de materiales de higiene, 29.000 litros de materiales de limpieza y miles de otros artículos de primera necesidad.
El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.