La alegría de un grupo de niños y adolescentes de la región de Vila Esperança, en la ciudad marañesa de Porto Franco, promete ser mayor en breve. Hoy, aprenden acerca de la Biblia de forma lúdica en espacios improvisados durante la Escuela Sabática de los sábados por la mañana. En su caso, el espacio semanal de enseñanza bíblica, tradicionalmente organizado en las congregaciones adventistas, sigue teniendo lugar en lugares provisionales. El templo local del barrio donde viven aún no se ha terminado.
La expectativa es que, a finales de año, se reúnan en una iglesia con local propio, que ya dispondrá de salas adecuadas para los diferentes grupos de edad. El sueño se hará realidad porque fue aprobado el proyecto Nueva Iglesia para Todos, que financia reformas y construcción de salas para niños en los ocho países atendidos por la División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, territorio administrativo que incluye Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
En estos países, las estadísticas muestran que 412.179 niños y jóvenes están matriculados en clases de Escuela Sabática. Este grupo representa el 30,2 % del total de asistentes a la Escuela Sabática (1.336.277).
El concepto del proyecto es sencillo. Tanto la sede adventista sudamericana, como las sedes administrativas conocidas como uniones y asociaciones/misiones, y las iglesias o grupos locales, invierten una determinada cantidad en renovaciones y construcciones. Es decir, todos los órganos administrativos reciben apoyo financiero. El objetivo es financiar hasta 22 proyectos por cada Unión, dos de los cuales se completarán en 2024 y los restantes en 2025.
Sin embargo, el proyecto tiene reglas específicas. Anualmente, las sedes adventistas deben informar de los recursos invertidos en las renovaciones. Además, los proyectos deben tener un plazo de finalización, y los recursos financieros solo se desembolsarán cuando se proporcione toda la información necesaria. Se estima que el monto total invertido en cada proyecto será de alrededor de 24.000 dólares (135.000 reales brasileños).
Determinar el diagnóstico
El pastor Leonardo Preuss, asistente del presidente de la Sede Sudamericana Adventista, explica que se realizó un relevamiento de la situación estructural de las salas destinadas principalmente a niños, adolescentes y jóvenes en las congregaciones adventistas de toda Sudamérica. El diagnóstico encendió una luz de alerta. De las 26.414 congregaciones, de las cuales se obtuvieron los datos, solo 11,1 % tenían espacios nuevos; 24 % estaban en construcción, incluso cuando la nave principal de la iglesia ya estaba lista; 44 % eran razonables y 20,4 % se consideraban insalubres.
La orientadora escolar Hiris Bastos, que coordina el trabajo con los niños en Vila Esperança, en la ciudad de Porto Franco, está encantada con el proyecto de inversión. Cuando el templo esté listo, deberá albergar hasta 100 miembros, y los niños y adolescentes dispondrán de un lugar adecuado para sus actividades. “Es una gran oportunidad para servir mejor a los más pequeños. Acogemos esta bendición con el corazón abierto”, afirma. La dirigente, que es esposa del pastor adventista del distrito, prevé que el trabajo misionero con las nuevas generaciones hará que muchos se interesen por estudiar la Biblia en la región.
Mensaje poderoso
Liliane Nascimento es directora del Ministerio del Niño y del Adolescente de la Unión del Norte de Brasil, que atiende a los estados de Pará, Maranhão y Amapá. Ella dice que el proyecto es muy importante porque refuerza el relevante papel de los ministerios que trabajan con las generaciones más jóvenes. "Plantar o remodelar una iglesia con espacio para el culto de niños y adolescentes es un poderoso mensaje de que ellos son importantes y bienvenidos aquí", afirma.
La profesora Patrícia Araújo, que cuida de la misma área en el templo adventista Cidade Jardim, en Parauapebas, Pará, dice que se está desarrollando un proyecto para satisfacer las necesidades de su congregación. "Invertir en el ambiente de las salas infantiles es también invertir en el futuro de la iglesia", enfatiza.
Desde el punto de vista de un responsable financiero, el proyecto es igualmente bienvenido. Claudio Pardo, director financiero de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Chile, comenta que la iniciativa ha sido muy bien recibida en el país, ya que proporciona espacios adecuados para los niños y la generación más joven en general. El entusiasmo es tal que los adventistas en Chile ya están trabajando en proyectos para asegurar recursos dentro de los 22 espacios disponibles, y esperan más en el futuro.
Todos los proyectos de construcción o remodelación deben ser presentados por medio de las asociaciones/misiones, sede administrativa regional de la Iglesia.
El artículo original se publicó en el sitio web en portugués de la División Sudamericana.