En septiembre de 2024, el ciclón Boris azotó el condado de Galati con una fuerza devastadora, provocando inundaciones enormes que dejaron tras de sí un auténtico desastre. Las aguas embravecidas destruyeron casas, carreteras y tierras, dejando a cientos de personas sin hogar. Para muchos de ellos, sus vidas cambiaron radicalmente en un instante, perdiendo todo lo que habían construido a lo largo de los años. Según el diario británico The Guardian, la tormenta afectó especialmente a Polonia, la República Checa, Eslovaquia y las regiones alpinas del sur de Alemania, Austria y Hungría.
De los miles de afectados, Ioana* y Viorica* se cuentan entre las varias víctimas impactadas por la tormenta Según Ioana, al volver de su turno de noche se encontró con su casa completamente inundada. “Me quedé debajo de un puente unas horas porque no podía cruzar”, dijo. Cuando llegué a casa, las vallas estaban caídas y había agua por todas partes. Ninguna habitación quedó intacta. Se lo llevó todo: muebles, refrigeradora, ropa, todo lo que tenía. El impacto dejó a Ioana sin los bienes de los que dependía a diario.
Viorica también compartió su experiencia de verse sorprendida, junto con su marido, por el agua en su propia casa: “La lluvia con relámpagos y truenos me asustó terriblemente, y el agua penetró en toda la casa. El ático de la casa era el único lugar donde podíamos refugiarnos, pero no teníamos escalera ni otros medios para subir. Desesperados, improvisamos una «escalera» en una pared del dormitorio y, con la ayuda de mi marido, conseguimos salvarnos. Pasamos allí toda la noche y, por la mañana, encontramos el patio bajo dos metros de agua, con los animales y los pájaros muertos. Es muy difícil para nosotros, pero con la voluntad de Dios y con la ayuda de ADRA y de los que nos rodean, esperamos superarlo”.
En medio de este caos, ADRA Rumania ha movilizado ayuda para los afectados, ofreciendo ayuda humanitaria y apoyo moral. A pesar de los graves daños, la solidaridad y la implicación de la comunidad la están capacitando para mirar hacia un futuro mejor.
“Al ir al terreno, en muchas ocasiones y hablar con las personas afectadas por las inundaciones, me di cuenta de que, para muchos de ellos, el profundo dolor no proviene solamente de las pérdidas materiales, sino también del sentimiento de impotencia que pesa sobre ellos, sobre todo porque ya se han enfrentado a problemas semejantes, pero de menor magnitud”, dijo Alina Bordas-Mohorea, psicóloga de ADRA Rumania.
“Es abrumador ver tu casa y el trabajo de tu vida destruidos una y otra vez, y no saber cómo reconstruir tu vida. Durante las intervenciones de ADRA, intentamos ofrecerles tanto apoyo material como primeros auxilios psicológicos, escuchando sus historias y animándoles a expresar sus emociones, validando su sufrimiento”, continúa Bordas-Mohorea.
Al mismo tiempo, nos asombró y nos impresionó profundamente la amabilidad de las personas (voluntarios, donantes y simpatizantes) que se lanzaron a ayudar, ya fuera con trabajo físico, productos o donaciones económicas. Es una lección de empatía y altruismo que nos inspira y que necesitamos aún más al entrar en la fase de apoyo a la recuperación de viviendas. Su solidaridad y generosidad nos muestran que, aunque el sufrimiento es grande, también hay una luz dada por la comunidad que se une ante los problemas”, concluyó Bordas-Mohorea.
Mediante el proyecto “Esperanza sobre las aguas”, ADRA Rumania busca mejorar el espacio de las viviendas, en colaboración con los ayuntamientos locales, para las familias más necesitadas. El proyecto apoya a las víctimas de las inundaciones construyendo o reconstruyendo las casas afectadas.
Acerca de ADRA Rumania
Desde 1990, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales en Rumania (ADRA Rumania) se ha implicado especialmente en proyectos de desarrollo que benefician a toda la población Se conduce en los proyectos emprendidos según el lema “Justicia Compasión Amor”, ADRA Rumania aporta alegría y esperanza a las vidas de los beneficiarios promoviendo un futuro mejor, valores y dignidad humana.
Como proveedor acreditado de servicios sociales, ADRA Rumania forma parte de la red ADRA Internacional, la organización humanitaria global de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, una de las organizaciones no gubernamentales más extendidas del mundo. ADRA Internacional está presente en 118 países y se basa en una filosofía que combina la compasión con un espíritu práctico. Llega a las personas necesitadas, sin distinciones raciales, étnicas, políticas o religiosas, con el objetivo de servir a la humanidad para que todos puedan vivir juntos según la intención original de Dios.
*Seudónimos utilizados por motivos de seguridad
El artículo original se publicó en el sitio web de la División Intereuropea.